Soy Ale Cuadros, coach angelical, sanadora, canalizadora de mensajes de Ángeles, experta en mi desarrollo personal y en inspirar a las personas a conectar con ellas mismas. Disfruto mucho los mensajes que los Ángeles nos comparten, pues ofrecen amor puro y dulzura, a pesar de cualquier situación que se presente en nuestras vidas.

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Inicié este camino desde el 2012 cuando una compañera del trabajo compartió conmigo un libro sobre mensajes angelicales. Algo dentro de mi empezó a vibrar a partir de ese momento, sabía que eso sería un parteaguas en mi vida.

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Fue el descubrimiento de un mundo que me cautivaba; tenía mucho interés en estudiar y conocer cada día más acerca del mundo espiritual.  Conforme me fui adentrando, me empecé a dar cuenta de que desde niña veía seres de luz, pero no entendía qué era ... que veía un contorno de luz alrededor de las personas… y simplemente lo dejaba pasar y pensaba que sólo era un reflejo y no profundizaba más.  

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También me fui dando cuenta de que podía sentir lo que los demás sentían, ya fueran emociones, tensión o enfermedad.  Yo lo catalogaba sólo como una sensibilidad particular de mi parte, pero no sabía qué hacer con ello; hasta que descubrí que esa “sensibilidad” tiene nombre y se llama “-habilidades psíquicas-”. Bendita sensibilidad… tantos años que la critiqué y que fui tan conocida en la escuela, en mi familia, con mis amigos por ser tan expresiva, tan sensible y “llorar por casi todo”. Hoy doy gracias y honro esta sensibilidad que habita en mí pues me ha dado el mayor regalo y me conecta con mi propósito de ser sanadora.

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Ha sido un camino largo, he vivido momentos duros, cambios fuertes que ocurrieron en mi vida y no entendía por qué me sucedían… tenía tantas preguntas y tantas dudas… esta vez la diferencia fue que estaba completamente abierta a escuchar y a comprometerme con mi crecimiento. Y así llegaron grandes maestros, grandes libros y personas a mi vida que me transformaron; que me ayudaron a conocerme, descubrirme y a descubrir mi misión.  

Hoy me sigo preparando y sigo estudiando mientras recorro este camino.

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¡Qué bendición estar en donde hoy estoy!, ¡qué bendición poder ayudar a los demás a sanar!.

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¡Bienvenidos!